lunes, 7 de mayo de 2007

VALERIA

Cada vez que se entrega al azar vuelve a su casa en plenitud lastimosa. Adivinando la suerte de historias que simulan. El cuerpo raspado y profanado ya en su nicho, se recuesta a eternizar la fusión. Valeria quiere sacarse el sombrero gritón de la cabeza., que la confunde y la aplasta hacia lo bajo.
Camina por Florida a paso lento, no tiene la intención de andar, solo observa las mascaras intranquilas de estos seres incompletos. Su cuerpo ahora es mas ligero, como si algo la empujara, se olvidó hacia donde iba pero no la preocupa.
Un vagabundo le sonríe al tiempo con sus globos oculares, una pareja de enamorados se estrujan contra las persianas de un local que cerro a las 12:00 a.m. , mientras un sinfín de solitarios suspiran y se imaginan íntegros en los brazos de otros. Valeria en calma lloriquea un poco, siente el sufrimiento de todo ese montón de vidas, siente la confusión, el espesor del aire que empuja la carne hacia ningún lado.
Las vidrieras reflejan el movimiento cotidiano de Florida, Las escenas que se repiten, en distintos cuerpos, no hay historias extra ordinarias, no hay caras bellas ni plenitud en este desorden. El paseo de los espejos, le dicen a este lugar en las pléyades. Espejos que están ahí para mostrarnos lo que no queremos ver, espejos que nos pusieron los Dioses hace Eones. Para aquellos hombres valiosos que se animaran a entrar en si mismos, en sus reflejos y refracciones. Ver en la antigüedad no era algo sobrenatural mucha gente sabia del paseo y de los espejos, Hoy somos caníbales no videntes que perdimos la memoria.

1 comentario:

mina. dijo...

son tuyos los textos, cande?